Roberto Hasbun: Creciendo con Chicureo
Hace doce años, este empresario gastronómico ha visto todo el cambio y el crecimiento
que ha experimentado Chicureo y ha crecido y cambiado con
él.
A sus 39 años, ya tiene 4 restaurantes
a su espaldas, tres de ellos funcionando en la actualidad.
Egresó el 87 del colegio Saint Gaspar, estudió un año diseño
gráfico. Sin una idea clara respecto a su futuro, con una
evidente desorientación, propia para sus 19 años “y con la
natural preocupación de su familia”, agrega en tono de risa
su hermano Carlos (dueño de Hookipa), los que lo invitaron
a participar en la empresas del rubro textil HOOKIPA y HK.
Estuvo allí por ocho años desempeñando
funciones de la más diversa índole, hasta que diferencias
lo hicieron retirarse. Sin trabajo y sin proyectos en el
horizonte, camino a su casa en la zona norte de Santiago,
cuando Av. Chicureo era aún un desierto camino de tierra,
vio que se estaba construyendo el primer mini centro comercial
del sector, llamado Los Pinos y se le ocurrió que podía hacer
de una pasión hogareña su fuente laboral: la cocina.
Así, con la ayuda de sus padres que
le dieron el respaldo económico, inauguró su primer restaurante,
llamado “La Repizza”, que era el primer y único restaurante
de Chicureo en esa fecha. Pizzas y pastas eran su especialidad
y se convirtió en el lugar de encuentro de los pocos chicureanos
que vivían en esos años (1996) en el sector.
En vista del éxito que tuvo “La Repizza”,
el empresario dueño de El Barrio Propiedades, Jorge Alvarez
le ofreció instalarse con un restaurante en un nuevo centro
comercial que Alvarez estaba construyendo, el Boulevard Los
Ingleses, de manera de hacer de gancho a su “stripcenter”.
Hasbún aceptó y nació el restaurante que hasta hoy es un
ícono de Chicureo, EL Establo, cuya fama por la comida y
la buena onda traspasaron las barreras locales de los vecinos
de Chicureo. El Establo fue creciendo a medida que iba creciendo
Chicureo, tanto de porte como de oferta gastronómica. “En
sus inicios la idea era ser una hamburguesería”, comenta
Roberto, con grill y comida tex mex. Y así fue. Pero además
de la comida, se hizo famoso por sus conciertos en vivo de
artistas como Fernando Ubiergo, Cecilia Echenique, Eduardo
Gatti, Nito Mestre, Pablo Herrera y Willy Iturri entre otros.
A los dos años de abierto El Establo,
decidió cerrar “La Repizza” y llevarse sus pizzas y pastas
a El Establo, convirtiendo lo que es El Establo hasta el
día de hoy, el restaurante regalón de los Chicureanos, que
lo vieron crecer con su entorno y donde se come desde tex
mex, sushi, pizzas, parrilla a la leña y grill americano,
además de sus gloriosos jueves y viernes de fiesta que duraban
hasta altas horas de la madrugada. Era de los pocos lugares
en para ir a bailar, comer y encontrarse con adultos jóvenes,
todos en un ambiente relajado y con muy buena onda.
Su tercer
local, el café Emporio Canela, nace el 2008, de nuevo de
una necesidad del sector. Un café para las chicureanas,
donde se juntan después de ir a dejar a los niños al colegio
a conversar
o a trabajar, en un café tipo emporio, cuya especialidad son
los helados artesanales, los sándwich gourmet y el mejor
café de santiago,
según algunas opiniones. |