Los murciélagos son los únicos mamíferos
capaces de volar, para lo cual sus extremidades superiores se transformaron
en alas. Este grupo
pertenece al orden de los Quirópteros, que reúne unas 1.025 especies
a nivel mundial, de las cuales 11 están presentes en Chile.
Son animales
de hábitos nocturnos y algunas especies pueden convivir en estrecho
vínculo
con el ser humano al instalarse en construcciones, donde no sólo descansan
durante el día, sino que también se reproducen y cuidan a sus
crías. Es
posible encontrarlos en: entretechos, galpones de techos de chapas acanaladas,
entre canaletas de desagües de lluvias, en pequeñas separaciones
o rendijas existentes entre edificios. Siempre buscan refugios de acceso
vertical, ya que sus hábitos indican
que solamente pueden descansar colgàndose de sus extremidades cabeza
abajo.
Los
murciélagos son especies muy beneficiosas para la actividad
silvoagropecuaria y el mantenimiento del equilibrio de los ecosistemas,
ya que actúan como controladores biológicos de
plagas y como polinizadores.
Son los más eficientes cazadores
de insectos nocturnos perjudiciales para las personas, animales
y
plantas, contando para ello con un extraordinario sistema sensorial
(sonar) que les permite capturar más de mil zancudos en
una hora. Son polinizadores de flores y diseminadores de semillas
en los ecosistemas desde las selvas lluviosas hasta los desiertos.
Algunas
especies en Europa y Asia actúan también como aseadores
de plantaciones frutales, ya que consumen las frutas caídas, lo que
ayuda a la sanidad de los huertos. A pesar de su enorme importancia para
los ecosistemas, los murciélagos son un grupo poco apreciado y casi
el 25% de las especies posee algún riesgo de extinción. Así como
otros animales silvestres, sufren laa pérdida o degradación
de sus habitats y la contaminación del medio ambiente, pero la mayor
causa de su declinación se debe a su destrucción por parte
de la gente debido a la ignorancia y el miedo basado en antiguas leyendas,
creencias y
una serie de prejuicios que carecen de todo fundamento.
Debido a su importancia
y a las amenazas que posee, todas las especies de murciélagos de
nuestro país se encuentran protegidas por la Ley de Caza Nº 19.473/1996
y su Reglamento, por lo que se prohibe su caza o captura.
Cómo prevenir las colonias de murciélagos
La presencia de estos mamíferos en áreas urbanas
provoca, en algunas ocasiones, molestias por los ruidos o situaciones
insalubres debido a la acumulación de fecas y orina. La
presencia de colonias en edificaciones humanas se debe a las
deficiencias de su construcción, por lo que el SAG recomienda a los propietarios
de los inmuebles, así como a las empresas constructoras
y a los municipios, que tomen las medidas necesarias para evitar
el ingreso de murciélagos y el establecimiento de colonias
en ellas.
La prevención es la mejor medida que se debe adoptar durante
la construcción de edificiaciones, siendo el método
más simple de exclusión el sellado de cualquier vía
de acceso entre el techo y el cielo raso.
En General los murciélagos en sí no son un riesgo
para las personas o animales, ya que un porcentaje mínimo
de éstos pueden ser portadores de rabia, pero es necesario
evitar el contacto directo, y bajo ningún punto de vista
manipularlos con las manos descubiertas por riesgo de mordeduras.
No es normal encontrar un murciélago volando o caído
durante e! día, (o que puede ser señal de que porta
el virus de la rabia, aunque también podría tratarse
de juveniles desorientados en sus primeros vuelos. En estos casos
es necesario que se comunique con el Servicio de Salud correspondiente,
intentando capturar el ejemplar usando alguna protección
(guantes gruesos y envase de plástico), para su posterior
análisis. Según los resultados, este último
Servicio decidirá las medidas que sean aconsejables
para proteger a Jas personas.
En construcciones
donde ya existe alguna colonia establecida es necesario tomar
medidas
que permitan que los animales
abandonen el lugar y no puedan reingresar.
Esto se logra con la instalación de mallas (tipo Raschel por ejemplo)
en los puntos de ingreso o salida de individuos, o bien con trozos de
tuberías
que terminan en el exterior en una manga plástica que permite
la salida e impide el reingreso, tal cual como aparece en el esquema.
La
malla sólo debe ser
fijada en las partes superiores, quedando libre en la parte
baja de forma tal que el murciélago pueda salir, pero
no ingresar (ellos no poseen la capacidad de levantar la malla).
Cuando
las poblaciones son mayores puede, eventualmente, necesitarse el apoyo
de alguna
empresa especializada
que capture y traslade
los animales. No obstante en este caso se debe realizar el
sellado de la construcción, requiriéndose
además
la autorización escrita del SAG para efectuar la
captura y traslado.
Fuente texto y gráficos: Servicio
Agrícola y Ganadero de Chile (SAG).